EL COLOR BLANCO EN INTERIORISMO Y DECORACIÓN DE VIVIENDAS
Simbolismo del color blanco
Un punto en común en el origen de todas las lenguas es que las primeras palabras que se crearon fueron para expresar la claridad y la oscuridad, para diferenciar entre el día y la noche. Y de estas palabras, posteriormente nacieron los nombres para el color blanco y el color negro. Por lo que esta experiencia es la que dota del simbolismo más importante a estos dos colores.
Atributos del color blanco en viviendas
El blanco se asocia con la limpieza y la higiene, con la pureza, con lo brillante. Por eso cuando un lugar está limpio decimos que está reluciente. También se asocia con lo ligero o lo que está vacío, o con lo claro, y al ser el color más claro de todos los colores también se considera el más ligero.
Los dos beneficios del color blanco en viviendas
En los interiores de viviendas, el blanco es el color más utilizado para pintar paredes por dos motivos fundamentales. El primero es porque refleja la luz y crea la sensación de agrandar el espacio al desdibujar los límites de las habitaciones y el segundo es porque crea un fondo perfecto sobre el que el resto de colores se pueden lucir y destacar.
Principio de la estética del color blanco en la decoración de viviendas
Uno de los principios de la estética dice que lo ligero tiene que ir sobre lo pesado. Esta es una composición que nos transmite tranquilidad y serenidad porque la forma en la que se sostienen los elementos es estable, sin equilibrios raros que nos hagan habitar el espacio con sensación de alarma.
Si no se cumple este principio en una habitación nos sentiremos incómodos en ella. Por ejemplo, si pintamos el techo de negro y el suelo de blanco, nos sentiremos inseguros porque tendremos la sensación de que el techo va a caerse encima de nosotros a la vez que sentiremos que el suelo se pierde bajo nuestros pies.
Los colores psicológicamente contrarios al blanco
Tres son los colores psicológicamente contrarios al blanco. Por un lado, a la limpieza, la inteligencia y la sensación de diáfano del blanco se opone la suciedad, la ignorancia y la sensación de densidad del color marrón. Por otro lado, a lo incoloro y moderado del blanco se opone lo coloreado y lo llamativo del naranja. Y por último, a la debilidad, a la sensación de vacío y a la insensibilidad del blanco se opone la fuerza, la sensación de lleno y la pasión del rojo.
Cuántos tonos de color blanco existen
Si tenemos 50 tonos de negro ¿te atreves a decir una cantidad para los tonos de blanco? Pues son 67 teniendo en cuenta el lenguaje coloquial y la jerga de los pintores, que van desde el blanco alabastro, blanco diamante, blanco cal o blanco jazmín hasta el blanco nácar, blanco papiro, blanco porcelana o el ultrablanco.